lunes, 26 de septiembre de 2011

Debajo del cielo.

Hoy tuve la dicha de encontrarte, ¡y qué fortuna haberlo hecho! Qué fortuna ser de ti. Fue el cielo testigo de aquel encuentro donde llenabas cada rincón de mi cuerpo. Debajo del cielo se encontró el ciego amor de tus labios junto con los míos; es ese el lugar donde todo es posible, debajo del cielo.

Qué historias las que nos cuenta la vida. De vez en cuando me detengo a observar mi entorno, vidas perdidas, almas sin personas y seres que solo respiran. Cuantas historias se esconden debajo de un cielo, así como nuestra historia relatada en hechos para él. En el cielo se esconden los más grandes secretos, allí viven todos y cada uno de nuestros sueños, en los que algunos se pierden en la infinidad del espacio, otros que nos perdemos detrás de ellos. El mundo está lleno de hechos que solo ocurren debajo del cielo; hay personas perdiendo seres queridos, otras se van ganando el ser querido; mientras miles son felices, a millones les caen lágrimas de dolor y tristeza por los ojos. Debajo del cielo es el lugar donde todo ocurre, donde nada es mentira, es donde conviven el dolor, la tristeza y el amor, sin ser el último mencionado el que dure para siempre.

Debajo del cielo se esconde desde la más mínima gota de aire hasta la más grande de las edificaciones vistas en el universo. Es el lugar donde las personas vuelan, donde las personas respiran debajo del agua. Es el lugar donde lo imposible es la única mentira. Conozco personas capaces de viajar en el tiempo dentro de las ramas del recuerdo. Debajo del cielo es donde la vida es vida, y donde la vida muere. Es donde comienza todo, también es donde termina.

Ha de ser mi historia perfecta relatada debajo del cielo. Hay un lugar donde existen paisajes hermosos, donde el aire es aire convertido en viento al acariciar tu piel; hay miles de millones de personas, pero hay un solo cielo, yo te tengo a ti mientras el cielo nos tiene a nosotros. Venimos de aquel lugar donde sueños son realidad, pues en algún tiempo fuimos sueños y ya no más. Mientras vidas suceden debajo de un cielo azul, vidas dejan de suceder debajo de un cielo gris.

Debajo de el cielo se esconden todas las tormentas, esperando ser desatadas. He de sonreírle al gris de las nubes al apartarse del azul de mi cielo.

Es debajo del cielo el único lugar donde se puede ser feliz. Cada vida relatada por el tiempo tiene como escenario el hermoso lugar que se encuentra debajo del cielo.

martes, 20 de septiembre de 2011

Hoy

Hoy la noche se vistió de escritos, se vistió de realidad con gotas de amor.

Hoy tengo ganas de amarte haciendo ruido, un ruido que no aturda, sino que enamore, como tu dulce gemido mientras el amor se apodera de nuestros cuerpos. Hoy la vida es más bonita, hoy la veo con los ojos centrados en ti y en el amor infinito que en mí guardo para esos segundos contigo. Hoy la realidad no es real, podemos volar y darle la vuelta al mundo junto con esa fuerza a la que le dicen amor. Hoy tengo ganas de escribirte amor y poesía visual por sobre tu cuerpo. Hoy tengo ganas de ti.

Hoy voy a hacer el verso más hermoso, ese verso lo escribiré en tu piel utilizando mis labios como pincel. Hoy llego a mi punto máximo, hoy contigo sobrevolaré las nubes y dormiremos en una de ellas mientras el silencio del cielo corre por nuestros cuerpos; mientras el silencio de la noche se apodera de nuestras vidas. Hoy no tengo ganas de soñar, tengo ganas de hacer mis sueños realidad. Hoy tengo ganas de embriagarme de tu ser mientras bebo de tus besos, voy a construir en tu piel un mundo al cual le llamaré con mi nombre, seré ese mundo perdido en ti. Hoy dejaré en tus manos mi corazón, ahora si puedo decir: estoy totalmente a tus pies. Hoy tengo ganas de ti.

Hoy eres la mujer de mi vida, hoy vamos a hacer de nuestro cuarto la sinfonía más grande del planeta. Hoy desprenderás de mi cuerpo cada gota de amor para calmar tu sed; la lujuria se apodera poco a poco de ti y de mí, y de pronto, comenzamos a dibujar amor sobre nuestros cuerpos y las paredes de la casa. Hoy yo dependo de ti y tú de mí, en silencio nos volvemos uno en alma mientras nuestros cuerpos llegan al cielo. Hoy tengo ganas de ti.

Hoy no hay imperfecciones, hoy solo estamos tú, yo y la cercanía en nuestros cuerpos. Hoy no hay errores cometidos, el error estará la día siguiente dentro de un "hasta luego". Hoy somos una obra de arte en el museo más privilegiado del planeta, donde los únicos espectadores son el silencio, la luna y las estrellas que nos dan luz en nuestro acto. Hoy eres mis ganas de amar y la circunstancia de estar amándote. Hoy tengo ganas de ti.

Hoy mis ojos se deleitan con la presencia de tu desnudez, hoy nuestros sentidos se alteran y dejamos de respirar aire, hoy te respiro a ti, hoy me respiras a mí. Hoy la noche deja de ser noche, hoy la noche es de nosotros. Hoy se me olvida caminar, pues hoy, me has enseñado a volar dándome alas con cada caricia tuya en mi cuerpo. Hoy tengo ganas de ti.

Hoy dejamos de ser personas para convertirnos en arte, corazón.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Vida sin vida y un mundo que no es mundo.

Me torturas cada vez que no te veo. Me torturas cada vez que no me hablas. Me torturas. Eres capaz de torturarme con palabras, de esas que jamás dices. Ya no sé si es amor o dolor el que siento por ti. Si lo único que quiero es estar contigo. ¿No ves el color grisáceo que tiene el mundo?

Amor es dolor cuando pienso en lo que nos aleja. Quisiera saber que sucede. Tu silencio me tortura, ¿es que acaso es muy difícil decirme lo que sientes?

Camino por las calles de la muerte, del silencio convertido en solo los matices blancos y los matices negros. Estoy en un mundo donde nadie entiende, donde nadie quiere entender. Yo solo camino entre los grandes edificios, donde vi a una niña, en su mundo de color jugando con su perrito en el patio de su casa. Se veía tan feliz. Ya no sé el porqué de los mundos a color, si los colores de mi mundo te los llevaste, ¿entiendes? ¿amor? es eso lo que me tiene en este mundo. Yo muriendo por querer hablar contigo y tú, obviando tus respuestas. Qué tortura, ¿por qué tan tú? Eso de reír está prohibido en mi mundo. Puedo ver los carteles en las azoteas de los edificios, tienen fotos tuyas, desgarradas como si tuviesen mucho tiempo allí. Parece que una tormenta se ha llevado todo aquí, pocas señales de vida hay, no hay nada, mas que yo caminando por las calles. Ya no vivo, yo solo pienso en ti. Dejas cada silencio en cada rincón, dejas cada palabra en cada cuarto vacío.

Al parecer veo algo al final, no se distingue muy bien, parece ser una especie de visión, un recuerdo. Se le notan los colores, se escuchan la risas, puedo ver alegría desde aquí. No tengo a donde ir y parece ser esa mi mayor opción de destino. Mientras camino por todo este lugar muerto, hago silencio para que no haya ruido que me estorbe, hasta el ruido de mi corazón me estorba desde que ya no late para ti. Tanto ruido aquel día me dejó en los oídos ese molesto pito que no deja de molestar mi paciencia. Tu adiós me dejó en la boca un sabor amargo, el sabor de tus besos con el tiempo fue desapareciendo de mis labios y de mi alma  iba reapareciendo aquello que ha estado antes que tú, dolor.

Recuerdo aquel encuentro, donde sin querer se escapó un te amo y se ocultó allí muy dentro de mi corazón. Es triste, lo sé, pero he de saber que sigue ahí, que la única manera que de salga es que muera y si he de morir lo haré por ti.

Ahora veo cada vez el color y la alegría más cerca. Siento que he caminado mucho, me duelen los pies y aun está muy lejos mi destino.

Mientras camino sin detenerme en silencio pronuncio nuestras iniciales, son música para mis oídos. Me parece extraño que entre tanto tormento por fin haya algo que acaricie mis tímpanos con dulces palabras. Comienzo a recordar todo aquello que nos dijimos, hablamos tanto. De mi salieron secretos, salieron algunas lágrimas, me hacía feliz oír su voz, me hacía feliz. De ella salió amor, yo lo sabía ella también. Ahora no sé que pensar, pues de ella solo salen algunas afirmaciones y comentarios. ¿Por qué todo quedó atrás? No lo entiendo, ¿qué hice mal? Si yo lo único que hice fue amarla. ¡Una sonrisa! Salió de entre mis recuerdos una sonrisa, aun ella ha de provocar esos sentires en mi.

Me acerco más, pero a distancia veo que disminuye el color de nuevo, una lágrima corre por mi rostro. He caminado tanto para nada, para solo darme cuenta que eso que tanto anhelo solo se aleja más y más. Ya no puedo seguir, yo solo voy a morir y en silencio cerraré mis ojos para darme cuenta que el color que vi un día solo fuiste tú pasando frente a mi vida. Yo no pude retenerte, porque justo en el silencio los te amo escaseaban, ya tu no querías mostrarte en mi como lo hacías antes. Yo por más que lo intentaba tu indiferencia me decía que tu ya no me querías. Así poco a poco fue como fue yéndose el color de mi vida que   dejaron tus palabras al deleitar mis oídos.

Un último intento por abrir los ojos, de reojo te pude ver, vi que sonreías, me levanté apresurado por irte a buscar, corrí y corrí, incluso más que la primera vez, no te acercabas seguías siempre igual de lejos. Yo seguía corriendo. Ya estaba exhausto cuando decidí parar, ya no era una lágrima, era como un río de agua salada corriendo por la montaña queriendo llegar al mar. No entendía, porqué yo corría y corría y tú seguías ahí, como si nada, que aunque me vieras correr no hacías nada por venir a mi. Ahí fue que pude entender todo, no importaba que tanto corriera, si tú tan solo tú te quedabas allí sin hacer absolutamente nada entonces nada avanzaba, todo seguía igual, pues el amor infinito que sé que aún te tengo no es suficiente para llenar el espacio que dejas al no intentar nada por venir conmigo. Pude entender que no te llevaste los colores de mi mundo, yo quise que ellos se fuesen contigo, porque si alguien en mi vida supo hacerme sentir importante fuiste tú, si tu te vas eso se convierte en un simple nada que deja de ser todo para mi. He ahí la razón de mi mundo muerto, mi mundo sin ti no es mundo.

Vivo en la tortura del olvido que tiene a esto a lo que le llamo vida de color blanco y negro.

Te amo

Comencemos con un adiós, la vida me grita una despedida y mi corazón le llora sangre al cuerpo. Existirá un adiós para nuestras palabras en cualquier momento y tú, y yo comenzaremos a ser parte del recuerdo que juntos escribimos en nuestras vidas. Dolor, pero en silencio lo conduzco hacia mis manos y justo es eso lo que lees en éste momento.

Yo solo sé que el corazón se equivocó de nuevo, o tal vez no, pues yo siempre estaré dispuesto a escucharte en silencio, cuando tus palabras vengan a mi sin ganas de hacer ruido. Cuando el silencio no sea incómodo y cuando encuentres palabras suficientes que quieran reposar en mí. Yo no podré decirte adiós jamás, pues nunca saldrás de mi, para siempre, como muchos de los que te dije. Mi corazón sigue saltando en mi pecho cada vez que pienso en ti, cada vez que te leo, así sepa que ya no estamos juntos.

Fuiste el mejor regalo, contigo en mente pasé los mejores días. Que te vayas de mí me duele, pero no me entristece porque sé que hay alguien más, que puede hacerte más feliz de lo que pude hacerte yo.

Me alegra que hayas escuchado a tu corazón. Me duele que te haya dicho que no soy yo el dueño de sus latidos. Me alegra que seas feliz. Me duele que no lo seas junto a mi. Me alegra pensarte, soñarte. Me duele que no pueda dejar de hacerlo y sea esa la única manera en la que pueda estar junto a ti.

"No es momento para decir adiós" y en silencio voy a dibujarte un hasta luego.

Tú eres lo que siento en el pecho, en el estómago, en la garganta. Sonrío porque sé que serás feliz, sonrío porque te amo.  Yo aunque no quiera, necesito dejar de pensar en ti. Sé que en el futuro, esto que vivimos será un bonito recuerdo del que tal vez nos riamos o del que podamos decir, "Que hermoso eso que vivimos, que por cosas del destino, de la vida, no pudo seguir adelante." Sin darnos cuenta que ni el destino ni la vida tuvieron que ver en esto, fueron nuestros corazones los que le dijeron a la vida y al destino, que el nosotros que tú y yo nos imaginamos no fue como esperamos.

Hoy, aquí escribo para hacerte saber que serás más feliz sin mí, mi más feliz recuerdo, que aunque te ame, me di cuenta que tu camino no es junto al mío, que yo no te hago tan feliz como quiero que lo seas. No me lo dijiste tú, escuché a tu corazón susurrándome al oído que no era yo el hombre que quería para su mujer.

Te pediré un favor a ti y a tu corazón. En silencio dibujando letras en ti con el corazón, te pido que no olvides el amor que callados nos dijimos con el alma.

Te amo.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Justo ahora

Tengo la necesidad de dedicarte éste escrito justo ahora, porque justo ahora y junto tus palabras me has hecho sentir. ¿Me lees? He de preguntarme: si las palabras nos faltan por que nos dijimos mucho, o porque nada puede decir más en nosotros que cada segundo en silencio que pasamos frente a frente. Justo ahora pienso en ti, eres la razón de mis letras, si buscas bien podrás encontrar cada vocal y consonante de tu nombre ocultas en mis palabras. Justo ahora me lleno más de ti; la distancia, en el amor, son solo letras que en silencio nos gritan la palabra "separados", he de estar seguro que no la escucho, ya que tenemos un corazón que grita amor silenciando las palabras de la distancia.

Justo ahora usaré el silencio que tengo mientras no esté contigo para escribirlo en amor. He cambiado por ti el alfabeto completo, donde las únicas letras que existen son las que completan la frase "Tú y Yo por siempre". Justo ahora y hasta el futuro infinito que me queda hablaré de ti, escribiré para ti, viviré de ti y tú serás la palabra más difícil de pronunciar por el olvido.

Justo ahora pensaré en ti,
justo ahora te regalaré la noche para que más tarde tengas donde dormir.
Justo ahora seré tu verdad
justo ahora voy a hacer ruido para que me escuches al ser tu realidad.

A diferencia de los para siempre de las personas, el nuestro, lo escribirá el tiempo. Cuando los segundos sean infinitos, y las horas nos griten un hasta luego.

Justo ahora voy a pintarte amor; pintarte amor en el lienzo de los segundos que pasamos juntos, y regalártelo en silencio como mi mayor obra de arte para ti.

jueves, 8 de septiembre de 2011

No es momento.

Adiós. El tiempo en ti es tiempo perdido, pero que encuentro cada vez que escucho tu voz. Busco el momento exacto para pensar en ti, pero lo pierdo cada vez que veo o escucho alguna palabra tuya. El tiempo pasa, y yo sin ti, momentos mueren, y yo sin ti. Sin ti, las palabras que más me duelen. El dolor es circunstancial, más que todo aparece en circunstancias en las que no te tengo. Mi amor es momentáneo, pues cada momento te amo más.

Para mi nunca será momento de olvidarte, en mis recuerdos vives, en mis recuerdos te amo. Mi pasado tiene  tu nombre y espero que mi futuro lo tenga de la misma manera. Después de todo, no es momento para empezar a odiar. Mi más sincero te amo vive en las calles de ti, tocando la puerta permanentemente para entrar en tu corazón. No es momento para decir adiós, las despedidas apestan; yo solo quiero que sea momento perfecto para decir: Te amo.

No es momento para no pensar en ti. Quiero dibujarte en besos mis te amo en la boca. Si tan solo fuese tan fácil. Voy a dibujar en cielo tu nombre con las estrellas. Si con un beso eterno voy a demostrarte que existe un amor infinito como el espacio.

Es momento de amarnos como jamás lo hemos hecho, pasaran los segundos del reloj y en el se irán los momentos que jamás debieron ser. No es momento para negarte mis palabras, es momento de posar en ti cada sensación producida por cada palabra dibujada en mis escritos. El momento en ti, son los segundos infinitos que pierdo en tus besos, cada canción entonada por mis ojos y cada caricia dibujada por mis besos.

No es momento para no estar contigo.

Comencé éste escrito con un adiós porque no es momento para una despedida.