sábado, 8 de octubre de 2011

Aquél recuerdo.

Hoy que puedo caminar después algunos meses, hoy que logro levantarme de tal caída, llegan tú y tus ocurrencias escritas para poner mi mundo de cabeza. Hoy que por fin salí de ese lugar oscuro donde habitaban esos recuerdos llegas tú, con tu dulce voz a pronunciar palabras para hacerme sentir vivo. Decidí volver a ti, volver a todos esos lugares que visité contigo, volver recordar. Encontré la mejor máquina del tiempo, para viajar solo tienes que cerrar los ojos, y recordar. Te llevará a cualquier lugar en el que hayas estado antes, y te mostrará cada detalle por el que fuiste muy feliz. Hoy decidí viajar al pasado dentro de las ramas del recuerdo, observando a un árbol deshojado bajo un cielo de otoño, observando cada hoja caer mientras pasa el tiempo; mientras lo acaricia el viento. Qué historias las que guardará aquél árbol, que historia la que relata cada una de sus hojas.

Un recuerdo es frío como el invierno cuando se recuerda por alguna desdicha, yo, aquí en el recuerdo de ti, estoy a varios grados bajo cero, ya que si te recuerdo es porque te amé y ya no más. ¿Triste no? Que cambien las cosas por cualquier mariposa que nos distrajo al salir de uno de los estómagos.

Hoy, que camino por las calles del recuerdo, me da por creer que estás aquí, y que si no estamos juntos es porque lo único que nos separa es el amor que entre nosotros existe. Hoy me dieron ganas de recordarte como jamás lo hice, de extrañarte como jamás lo haré, de pensarte como jamás nadie lo hará y de amarte como tú y yo solo sabemos que lo puedo hacer.


Hoy, mientras caminaba por las calles del recuerdo me fijé bien en aquella hermosa imagen que tenía de ti. Hoy, más que nunca siento que te extraño, me siento en un agujero del cual me habías sacado hace un tiempo atrás. Hoy, que camino recordando, me doy cuenta que no estoy tan mal de mi presente, pero bien triste que está mi futuro. No tengo ganas vivir sin ti, tengo ganas de beber cada gota de ti mientras nos derramamos en el silencio del amor. Voy a pensarte a ti y a todo esto hasta que ya no tenga fuerzas para pensar; he de recorrer esa calle, ese recuerdo mil y una vez más. Ya se nos terminó el tiempo, ya no hay más ocasiones, ni más encuentros, ni más un tú y yo. Ahora eres solo tú, y yo pues, simplemente yo. Hoy la vida se me pinta de colores distintos, ya no tengo vida si te fuiste. Yo no te quiero, amiga. Te amo, novia. He de recordar cada palabra para que mis ojos derramen eso que siento por ti. Mis ojos se siguen bañando en las lágrimas del recuerdo. Tú, mi única razón. Me duele que los dos estemos sufriendo sin siquiera hacer nada al respecto, sólo lo dejamos ir, es ilógico, sufrimos por gusto.

Simplemente, no quiero. Ya tú vives en mí, no te irás sin antes yo morir. En el recuerdo te tengo, yo solo me baño en cálidas aguas de él, de ti. Ya mis suspiros van en otra dirección, ya mi aire pasó a ser solo viento, ya no me soplas como antes. Tú tan tú, tan callada, reservada. Yo tan yo, con un triste recuerdo que me permite escribir cada palabra. En mi silencio dejo pasar al recuerdo; lo veo, pasa y me invita a tomar un trago. "Yo solo quiero beberla a ella." Le dije. Y me regaló dos tragos de tus besos. Embriagué mi alma de ti, mis sentimientos sobrios pasaron a ser todo un desastre de sensaciones. Pues, nada más me queda que hacer silencio y escribir lo que de ti siento en mi corazón.

La mejor caricia fue esa de tus labios al pronunciar que me amabas. Mucho amor me deja tu olvido, me dejaste con las palabras y los besos en la boca. Después de ti nadie más habrá, solo el recuerdo que en silencio se apodere de mis palabras. No te fuiste, sigues estando para mí.

El más grande de los recuerdos.


Recordar es vivir el presente pero en otros tiempos.

Es tiempo

Es tiempo de pensar distinto, de pensar más que en un tú, yo, él o ella. Es tiempo de que la vida cambie para algunos, ya que algunos no saben aprovechar lo que tienen. Es tiempo de que callemos la voz de la ambición para poder escuchar la voz de la igualdad, pues no siempre se es igual a otro cuando ese otro no ve la vida desde un punto similar al tuyo. Cada día es el tiempo perfecto para empezar a ser mejor, cada día es tiempo, quizá perfecto para una cosa, o tal vez para otra, pero siempre perfecto.

Es tiempo de hacer de una persona común, una persona sobresaliente. Hoy es tiempo de dibujar sonrisas en rostros, mientras el tiempo borra de caras tristes la melancolía escrita en ellas por él y sus situaciones. Hoy es el mismo tiempo de hace algunos años; hace algunos años respirábamos a blanco y negro y aún así podíamos ser felices. Es tiempo de apartar cada gama de tecnología de nuestras vidas, para así poder ver lo que nos perdemos a diario, tan solo por estar frente a un objeto, privándonos de ver lo que tenemos delante de nosotros.

Es tiempo de dejar que el silencio, la voz de Dios, nos hable al oído, es tiempo de escuchar cada palabra no dicha por el ser humano, hay que escuchar mejor las palabras que en el silencio se ocultan, esperando ser encontradas por aquél que quiere un mejor futuro para sí mismo y el mundo.

Es tiempo para dejar de pensar en ti y comenzar a pensar en lo que te rodea.