viernes, 11 de noviembre de 2011

Pastillas para dormir


I


Dormí para no descansar, desperté para seguir con sueño. Hace algunas noches que no descanso bien, he de pensar en muchas cosas antes de dormir, mas que todo tonterías. He tenido varios desaciertos en mi vida, últimamente casi nada me sale bien. Mientras camino veo al piso, es para no exponer mis ojos ante tanta maldad que se ve en estos días, al parecer son las ventanas del alma. Ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que descansé de tanto martirio, dormir es para mi cerrar los ojos, ver silencio y escuchar la oscuridad.

Hoy soy parte de una noche lluviosa, donde cada gota cayendo sobre los techos es un recordatorio de que ésta será otra noche sin dormir. Los truenos desenfocan el silencio, y mi cuerpo al querer estar contigo desenfoca mi calma. Noche fría, sin mucho ruido. Cálido recuerdo vacío de presente habita en mí. Ya es octubre y comienzan a atacar mis noches las brisas frías de invierno. Enlazo mis dos manos para calentarlas, para creer que eres tú la que me toma de la mano.
Estoy solo y solo quiero descansar
ya que si duermo me apago
pero nunca dejo de pensar.
Les toca a mis letras hacer el trabajo, la compañía de una musa que aleja a soledad. Obscuro silencio el que me calla tu ausencia y relata cada decepción.

Estoy cansado, me cansé de sonreír por hipocresía y justo ahora puedo ser feliz. Justo cuando la brisa es más fría que nunca y nunca he estado tan sin ti. Respiro para caminar mientras las noches dibujan debajo de mis ojos un camino de ojeras. He encontrado la manera para reír, vivir, sin ti en mi presente pero teniéndote siempre en mi corazón. Eras mi agua, y como la del mar, salada. Podré vivir sin ti aunque habites la mayor parte de mi cuerpo.

Bien, cada sonido que captan mis oídos se convierte en ruido, cada palabra, cada canción. Quiero descansar, desconectarme del mundo, irme a otro lugar donde no haya aire, a ver si así no estás en mi, o donde no haya agua, ni nada que necesite para vivir. No es más que otra noche sin dormir, donde las palabras son parte de un insomnio que muy difícilmente se irá de mí. Él vive en mí como si mi cuerpo fuese un hotel cinco estrellas, donde tiene lujos y muchos beneficios. Mis ojos están más abiertos que nunca y nunca parecen querer cerrarse. Al parecer les molesta la luz de la luna, o lo oscuro del cielo. Cerré los ojos por unos minutos, los abrí pensando que habían pasado horas, cuando descubrí que solo habían transcurrido unos instantes volvió a mí, aquella musa que me hace escribir cada palabra, cada oración. He de pararme de la cama, tomo la portátil  y, comienzo a desahogar cada gota de sueño con cada letra escrita entre mis notas. Tengo un río de ojeras que cayendo bajo mis ojos y un mar de lágrimas que se ha ido secando con el tiempo, es la musa la que me tiene así. 

Algún día bajo la noche sé que podré descansar, no dormir, sino descansar. No hay somnífero que me haga dormir, las pastillas me hacen caer como las torres gemelas, pero jamás descanso. Comienzo a ver el mundo de un color grisáceo, ¿colores? solo existen para mi los matices blancos y los negros. ¡Qué monotonía! ¿Cuando terminará ésto? Es confuso todo.

Desde hoy hasta mañana y desde mañana hasta lo que me quede de vida seguiré buscando aquella pastilla para dormir que logre desaparecer de mí aquel desastroso insomnio que no me deja colorear de ti mis días.

Continua...

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