Pastillas para dormir III.

Esta mañana desperté corriendo el riesgo de no volver a dormir jamás, vuelven los motivos para sonreír, llegan como la claridad del sol en vísperas de navidad. Abrí los ojos para despertar en la misma vida de siempre, cuando noto que hay algo distinto entre lo que rodea mi cama. Veo claramente que hay algo que me hace despertar, le da luz al cuarto y me acompaña a donde quiera que vaya. Extrañado por tal motivo me siento a orillas de la cama a detallar bien que es aquello que da vida a mi muerte, bromeando conmigo mismo me digo —Si sigo así, llevaré "Pastillas para dormir" hasta el capítulo C. -Voy a la cocina buscando algo para comer, me doy cuenta que aquello seguía ahí, tomé una taza me serví un poco de café, tomé un pedazo de pan y regresé a mi cama nuevamente.

Soy testigo del comienzo de la claridad de mis días, hoy camino con la frente en alto, siento ánimos para respirar. Hay algo que poco a poco se cuela en mi ser y comienza a darme vida de nuevo, que extraño es, había olvidado hace algunos meses esa sensación de alegría, comenzaba a sentir amor. Fácilmente disfruto de un día soleado, aunque no hayan motivos para sonreír camino con una enorme sonrisa en el rostro. Esto me motiva a pensar, a ver a cada persona que camina entre la gente, a preguntarme si serán feliz y qué los cohíbe de serlo. Me doy cuenta que hay personas caminando con niños tomados de manos, que hay niños caminando solos, personas trabajando duro para ganarse el día a día, personas pidiendo limosnas, y una infinidad de personas que aún no se dan cuenta que vivir no significa solo respirar.

A veces pienso en darme la tarea de mostrarle a las personas en qué se basa esto, pero me catalogarían como un loco que solo habla pistoladas, puesto que la vida es una locura y la locura es la parte divertida de formar parte de la raza humana. —"Qué monotonía la que vivimos." -Es porque no se han dado cuenta que una sonrisa no quiere decir felicidad, y menos cuando la sonrisa es por la desdicha de otra persona. Una sonrisa quiere decir felicidad cuando sonríes sin razón alguna, cuando sonríes por el bien de una persona, sea conocida o desconocida. Ahora soy feliz al caminar y sonreír gracias a un día nuevo. Me di cuenta que tantas noches sin dormir solo se basaban en hacerme pensar, en hacerme escribir y que la musa que me motivaba a relatar aquella historia se ha ido, pues llevaba por nombre "Recuerdo de un nada que creí que fue mi todo." Hoy encontré la pastilla para dormir que ha logrado hacerme descansar, encontré aquella pastilla que estuve buscando durante un largo tiempo, no me refiero a ningún medicamento, me refiero al olvido, porque hay recuerdos que duelen y que a la vez nos hacen feliz, aunque de vez en cuando es bonito dejarlos ir y comenzar a recordar que del pasado quedan las cenizas, que poco a poco van a irse yendo gracias al dulce viento que nos trae el futuro. Mi pastilla para dormir es ese ser, que más que una persona es amor. La pastilla que me hace descansar no contiene calmantes, más que dos labios que me hacen sentir perfectamente en reposo.

Entendí que la felicidad no se basa en recordar la alegría de algunos días, sino de buscar días de alegría que recordar. Que descansar no es solo cerrar los ojos y deshabilitar algunas de tus funciones motoras, sino cerrar los ojos y dormir con la felicidad que te dejaron los días vividos y la intriga que te dejan los días que vendrán.

Descubrí que el final de una historia no termina sin un comienzo, pero en mi caso, eres tú mi comienzo, donde termino y donde vuelvo a comenzar cada vez que te veo.

Gracias por hacerme descansar de tanta tortura y tener en tus labios mi dulce pastilla para dormir.

FIN.