Como las gotas que caen llorosas de tiempo, disfrutando un poco su caída y rogándole a Dios unos segundos más de vida. Caen una y otra vez, caen y rompen el silencio con su llanto sobre estos viejos techos de aluminio. Como la gota que cae y llora porque...
no volverá a caer, otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario