jueves, 8 de noviembre de 2012

Soledad

¿Cómo estás? Le pregunté.
—Sola. Respondió ella con sus ojos grises bañados en lágrimas.

Oh, Soledad, tantas caras las que puedes mostrar. Tan pura y tenaz, tan certera, Soledad. Cómo arropas las miradas cálidas con tu frío manto, cómo llegas y te haces eterna. Oh, Soledad, cuantas preguntas traes, cuantas lágrimas, cuantos dolores. ¿Por qué eres tú ese fiel acompañante? Y, ¿por qué no te vas cuando no te quieren? Eres sinónimo de tristeza y te gusta. Soledad, por favor no te adueñes de mi ser como te has adueñado de el de ella. Que te conoce completa, desde su alma hasta sus pies fríos. Y la envolviste con tu manto frío, y te gusta. ¿Por qué? Soledad, traes ese aire de melancolía pura, y tu amiga Depresión viene contigo tomadas de mano. ¿Qué quieres? No sabes cuan dolorosa eres, y a ella le dueles, y le dueles. Te conoce en tu más íntimo estado, y te respira, y te gusta. Ya casi está más de tu lado que de aquí, pero no, Soledad, no te la lleves. Ella hace falta aquí, más que allá. No te la lleves, que te quedarás sin compañía, sin su compañía. Porque tú, Soledad, no conoces tu significado como nosotros, o como aquellos que te tienen. Tú no te tienes, amiga mía, pues tu suma de Soledad mas Soledad significa compañía, y no, no eres compañía.

Oh, Soledad, viniste, ¿A qué viniste? Si en lo más profundo te pareces a la muerte, esa desdichada envidiosa de la vida. Te pregunto: ¿Seremos nosotros tu compañía? Eres esa que llega y se sienta, cómoda, y te tomas el café oscuro y casi sin azúcar, amargo. Así te gusta el café, yo lo sé. Estarás tan sola, Soledad, que nos buscas sin saber, que nos traes tu melancolía eterna al corazón. Qué dolor, a ella, le dueles en el corazón, y le dueles como tú sola sabes doler, Soledad. La consumes como a tu café y a tu cigarrillo, mientras sentada en el sofá marrón no sabes ni qué decir, y no dices. Eres insensata, o muy discreta, eres la resta de tu opuesto, o quizás la suma. Solo sé que tú mas, o menos Compañía, eres más tú, que Compañía. Por eso eres buena, tan solo cuando vives en dos personas distintas.

Oh, Soledad, no vengas sola, no la hagas tu compañía, Soledad. O mejor, sé más Soledad que Muerte.
Soledad.

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