domingo, 9 de diciembre de 2012

Ahora lo sabes

Tú no sabes; ni lo más, ni lo menos, no te imaginas. No es fácil, y no es complejo, eres Tú. No eres ni lo uno, ni lo otro. Ni afirmación, ni negación. Ni lo bueno, ni lo malo. Eres Tú. Y para mí, Tú, eres mejor que afirmar que me he ganado la lotería con un monto multimillonario, o mejor que negar mi culpabilidad en un caso de cadena perpetua. Eres mejor que la sonrisa al ver al cielo, mejor que la lágrima al recordar momentos gratos. Oye pero, ¿qué eres? Si eres mejor que tanto, casi peor que nada, y casi porque aún no te sé al cienporciento, y lo más seguro es que nunca lo haga. Por eso eres mejor que tanto. Eres muchas cosas, pero las enumero. Luego me pregunto: "¿Qué no eres?" y hay millones de respuestas, casi infinitas, negando, aún sin ser certeros con la verdad, todo lo que para mí no eres. Y no eres eso, no eres eso que quiero lejos de mí, ni mucho menos eres eso que quiero ver con la mirada baja, y si bajas la mirada, no serás esa que no tenga a alguien para ayudarla a sonreír, me tendrás a mí. Y si algún día Tú no me tienes, es porque la posesión, en la vida, es tan relativa como la existencia de un Dios, tan posible, y no. Pero tranquila, que no estarás sola, cuando tú no me tengas entenderé, y el silencio mismo de cada noche, me hablará de ti, y el viento mismo de cada noche, me envolverá con tu perfume. Y yo, como el pensador, por ese momento ausente, haré presencia en ti. Te haré entender el relativismo de la posesión, y me tendrás, de nuevo, como antes. Entonces sabrás que; ni lo más, ni lo menos importa. Sólo con comenzar a imaginarme, y encontrarnos, a Ti y a mí, juntos, sabrás. Sabrás más de mí y de todo lo que yo siento, que yo. Porque está en Ti mi secreto, y Tú te conoces al cienporciento. 

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