miércoles, 19 de diciembre de 2012

Confesiones

Hoy creé la noche nada más que para pensar un poco. Sí, nada más allá de lo normal, o más bien, un poco más acá de lo anormal. La hice así, de cielo despejado y muchas estrellas, de Luna oculta y yo con ganas de ir a donde las voces, y los carros, y las cornetas de los carros, y los gritos, y las risas de las personas, no existen. La creé, quizás, un poco más melancólica que otras, y un poco menos que algunas otras. Confuso ¿no? Pero es así, puede ser una cosa, o tal vez lo contrario. Aunque, mencionando que lo único común de mi noche con respecto a las anteriores, eres tú, y tú si eres una certeza. No hay contrariedad en tu nombre, en ti no existe ni lo uno ni lo otro, eres solo tú porque tú me gustas, y te quiero. -Sin anestesia, qué barbaridad.- Es una noche para decirte que siento miedo de ya no tenerte, y no es que te tenga, pero me gusta imaginar. Me gusta soñar, soñar despierto, imaginar que te digo: Tranquila, estás conmigo. A veces la realidad es tan dura que el único refugio que tenemos es tirarnos en el sofá, y mientras mirando al techo, imaginar. A mí me encanta hacerlo, me gusta pensar que te alegran mis buenas noches y que sonríes cuando te escribo, es bonito imaginarlo. Como mi noche, la hice, y no la hice (porque ciertamente es imposible), pero la reinventé escribiendo tu nombre con las estrellas, y hablándole un poco de ti a mi cómplice, la Luna. Quizás tanto soñar sea perjudicial, pues al momento de ver de frente a la realidad es como un choque tremendo, y ya me ha pasado. Pero son altos y bajos, días de alegría, otros de melancolía, no importa. Soy capaz de disfrutar ambos, pues ambos son necesarios y hasta la tristeza trae un leve sabor a satisfacción. Pero "aquí voy de nuevo, al suelo y al cielo, y ambas son un encuentro contigo." Ya lo ves, no importa a donde vaya, eres más una sonrisa que cualquier cosa, y me gusta. Hice mi noche para escribirte un poco más, para sincerarme conmigo mismo y que tú lo notaras. Tu nombre es el título, y aunque creo saber pronunciarlo, aún estoy descifrando cómo escribirlo. Y no escribirlo como se pronuncia, querida, sino como lo siento.

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