lunes, 6 de mayo de 2013

Ausencia

Tu nombre: Francia. Casi como la misma Francia, el país. Parecida a París, hermosa, sutil hasta donde se ve. Tu nombre, que es más que un recuerdo, cada vez es más longevo. Y, ¿qué puedo hacer? Si te fuiste y no te despediste. Bueno, ese "te fuiste" es tan relativo como mi felicidad, porque siempre te siento aquí. Yo sé que estás aquí, observándome, cuidándome, yo lo sé porque me lo has dicho. Me han gustado esos encuentros, aunque demasiado fugaces, en los que en un sueño, vienes, me miras con tus ojos de ausencia, y me recuerdas ciertos puntos que debo tomar en cuenta. Yo sé que son más que sueños, porque tu nombre: Francia, significa más que tu ausencia. Ya casi no lloro recordándote, y sabes que miento. Pero eso no importa, porque sufro de inestabilidad, y sabes que no te miento. Porque tu nombre: Francia, hoy es más que tu nombre hace siete años; es más que el mío, que tú misma me lo diste. Porque a veces pienso, y hoy tengo la certeza de que tu nombre, que te representa en tu ida, me asiste en cada desdicha, en cada lágrima, yo sé que tu nombre, que es más que el país, está tan en mí como entre estas líneas. Pero qué puedo hacer, si hace ocho años mi futuro no se parecía a este presente que, a decir verdad, amaría por completo si tú fueses más que tu nombre en mi recuerdo. Pero qué se puede hacer, si tu nombre: Francia, está ligado en mí, y en un pasado que ya no existe, a eso que te dedicaste a ser.

Qué incierto es todo, ¿qué confirma? ¿Qué nos niega? ¿El presente? El presente dura menos de un segundo, y ni el pasado, ni el futuro existen. Qué haré, si tu nombre, que se conjuga con mis logros, está aquí sin tu presencia. Este optimismo es incierto, mi tristeza es incierta, y tu nombre: Francia, certifica que después de ayer, que te tuve sonriendo en la mirada, la felicidad es inversa a ausencias. Y que lo que sigue es un camino que se recorre tristemente, con tu nombre, y nada más que tu nombre: Francia, escrito en una nube en la que, resguardándome, descansas de tanta tristeza que destilo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario