domingo, 26 de mayo de 2013

Certezas

A veces se puede cuestionar un estado de ánimo; me refiero a que uno puede preguntarse, por ejemplo: "¿De verdad la amo?" Lo cual es una excelente posición para el gallardo; quiero decir que la duda es un beneficio. Se puede caminar pensando en posibles respuestas, y uno tiene la mente entretenida. A veces se puede cuestionar un estado social; me refiero a que uno puede preguntarse, por ejemplo: "¿Será que estoy siendo de clase media baja por no saber administrarme y no por no tener?" Y la duda vuelve a ser héroe. Pero ninguno de esos son el punto, la duda es un beneficio que duele; pero hay algo que duele más. "Flébil, como las certezas." Es más doloroso cuando no puedes cuestionar, cuando no tienes elección. Cuando estás de pie, mirando al suelo, o al cielo, pensando: "No la amo." Sin beneficios, así, con sangre fría; como la certeza. Como cuando caminas mirando al suelo, y esta vez solo mirando al suelo, pensando: "¿A dónde voy y por qué no llevo a nadie conmigo?" No te da tiempo de cuestionar la compañía, ni el beneficio de dudar si la mereces. Esa es la peor parte, no es estar solo, es tener la certeza de estarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario